Las enfermedades cardíacas en gatos son más comunes de lo que se suele pensar y, en muchos casos, avanzan de manera silenciosa. A diferencia de los perros, los felinos tienden a ocultar signos de enfermedad hasta que la patología está avanzada, lo que hace fundamental conocer los síntomas, los métodos de diagnóstico y las opciones de tratamiento disponibles. Detectarlas a tiempo puede marcar una diferencia significativa en la calidad y esperanza de vida del animal.
Tipos principales de enfermedades cardíacas en gatos
Las patologías cardíacas felinas pueden dividirse en dos grandes categorías: enfermedades cardiomiopáticas (que afectan el músculo cardíaco) y enfermedades valvulares o congénitas (menos frecuentes en gatos).
Cardiomiopatía hipertrófica (HCM)
Es la enfermedad cardíaca más común en gatos. Se caracteriza por el engrosamiento de las paredes del ventrículo izquierdo, lo que dificulta el llenado normal del corazón.
Factores asociados:
- Predisposición genética (ej. Maine Coon, Ragdoll)
- Edad adulta o avanzada
- Machos ligeramente más propensos
Cardiomiopatía dilatada (DCM)
Hoy es menos frecuente gracias a dietas comerciales equilibradas, pero puede aparecer en casos de deficiencia de taurina o enfermedades sistémicas. Se caracteriza por paredes del corazón debilitadas y dilatación de las cámaras.
Cardiomiopatía restrictiva (RCM)
Impide que el corazón se relaje correctamente entre latidos. Suele diagnosticarse en gatos mayores y, aunque menos común que la HCM, tiene pronóstico reservado.
Enfermedad cardíaca congénita
Incluye defectos presentes desde el nacimiento, como:
- comunicación interventricular
- estenosis pulmonar
- defectos de válvulas
Aunque no son frecuentes en gatos, requieren control veterinario regular.
Síntomas de enfermedades cardíacas en gatos
Los signos suelen ser sutiles al inicio, por lo que es importante prestar atención a cambios en el comportamiento y la respiración.
Signos tempranos
- Letargo o menor tolerancia al ejercicio
- Respiración rápida incluso en reposo
- Falta de apetito
- Aislamiento o disminución del juego
Signos avanzados
Cuando la enfermedad progresa pueden aparecer:
- Dificultad respiratoria (disnea)
- Encías pálidas o azuladas
- Tos (menos común en gatos que en perros, pero posible)
- Debilidad repentina
Tromboembolismo arterial felino (TEA)
Una de las complicaciones más graves de la HCM es la formación de coágulos que viajan por el torrente sanguíneo. El cuadro típico es:
- incapacidad repentina para mover una o ambas patas traseras
- dolor intenso
- extremidades frías
Es una emergencia veterinaria que requiere atención inmediata.
Diagnóstico: cómo identifica el veterinario la enfermedad
Dado que los gatos suelen ocultar síntomas, el diagnóstico depende de pruebas específicas que evalúan la función cardíaca.
Auscultación y examen físico
Puede detectarse soplos, arritmias o ruidos cardíacos anormales. Sin embargo, muchos gatos con HCM no presentan soplo detectable, por lo que no descarta enfermedad.
Ecocardiografía
Es la prueba más importante para diagnosticar cardiomiopatías, ya que permite observar:
- grosor de las paredes cardíacas
- función de bombeo
- tamaño de las cámaras
- movilidad de las válvulas
Radiografías torácicas
Ayudan a evaluar tamaño del corazón y presencia de líquido en pulmones.
Electrocardiograma
Útil para identificar arritmias.
Análisis de sangre (NT-proBNP)
El test NT-proBNP puede indicar si existe estrés cardíaco y se usa como herramienta de tamizaje.
Tratamiento y manejo de las enfermedades cardíacas
El tratamiento depende del tipo y la gravedad de la enfermedad, pero suele incluir medicamentos y cambios en el estilo de vida del gato.
Medicamentos comunes
- Betabloqueadores (para reducir el esfuerzo cardíaco)
- Inhibidores de la ECA
- Diuréticos (si hay acumulación de líquido)
- Anticoagulantes o antiagregantes para prevenir trombos
Control del estrés y ambiente tranquilo
Los gatos con cardiopatías necesitan reducir esfuerzos físicos y situaciones estresantes.
Monitoreo regular
El veterinario puede recomendar controles cada 3 a 12 meses según la evolución, incluyendo ecocardiografías periódicas.
5. ¿Se pueden prevenir las enfermedades cardíacas?
No siempre es posible prevenirlas, especialmente en razas predispuestas, pero sí se puede reducir el riesgo de complicaciones.
Recomendaciones
- Chequeos anuales, especialmente en gatos mayores
- Dieta equilibrada y control de peso
- Evitar dietas caseras sin supervisión veterinaria
- Detectar cambios tempranos en respiración o comportamiento
El diagnóstico precoz es clave para mejorar el pronóstico.
Las enfermedades cardíacas en gatos son serias, pero con una detección temprana y un tratamiento adecuado, muchos felinos pueden llevar una vida prolongada y confortable. Reconocer los síntomas, realizar controles veterinarios periódicos y actuar rápidamente ante signos de alarma puede marcar una diferencia crucial. La educación del tutor y el acompañamiento profesional son fundamentales para mantener la salud cardíaca de los gatos en óptimas condiciones.