El juego con tu perro: una actividad esencial para él
La conducta de juego es una de las más importantes en la vida del perro, facilitando tanto su desarrollo como su crecimiento normal y feliz. Desde pequeños, los canes de manera instintiva juegan no sólo para aprender cosas nuevas sino también para conocerse a sí mismos y a los demás animales con los que comparten sus espacios.
Este factor tiene mucha influencia en el paso del cachorro a perro adulto, por lo que se debe tener especial cuidado y permitirle al animal jugar con total libertad siempre y cuando no comprometa su integridad física o la de nuestra familia.
Ya sea a través de los distintos juguetes que podemos encontrar en el mercado o llevando a nuestra mascota al parque, la situación de juego no debe faltar en la vida de nuestro perro si queremos que logre desarrollarse correctamente. Además mediante juegos y ejercicios podemos también entrenar y educar al cachorro.
La importancia del juego en la vida del perro
El perro es un animal social, por lo que necesita llevar a cabo actividades lúdicas de forma regular para poder crecer y madurar correctamente. A través de este proceso totalmente fundamental en la vida de un can, nuestro perro podrá desarrollarse tanto emocional como intelectualmente. La necesidad de jugar aparecerá aproximadamente a las 3 semanas de vida y durara, prácticamente, hasta su fallecimiento.
¿Por qué es importante que nuestro perro juegue? Además de todo lo que ya hemos mencionado, a través de esta conducta nuestro animalito podrá comprender mejor todo su entorno, aprender cómo funcionan las cosas externas y sobre todo, cómo funciona su propio cuerpo. Entre las tantas ventajas de la actividad lúdica en nuestra mascota, podemos mencionar las siguientes:
Relacionarse mejor.
Este es uno de los beneficios más importantes del juego en el perro, y tiene que ver con la posibilidad de formar vínculos con los demás animales de la casa o incluso con sus propios dueños. Nuestra mascota no solo percibirá la dedicación que le otorgamos, sino que además aprenderá cuál es su rol dentro de la familia y en relación a sus compañeros de especie.
Quema calorías.
Todo animal requiere de gasto energético para poder vivir saludablemente y prevenir todo tipo de enfermedades. Los perros no son la excepción, y a través del juego quemarán calorías y pondrán en funcionamiento todo su sistema cardiovascular.
Motivación y obediencia.
Un perro que ha quemado energía jugando, es un animal no solo más contento sino considerablemente más obediente y leal a su dueño. Como les contamos en los puntos anteriores, los perros perciben el tipo de dedicación que les damos, y esto puede ser un plus importante en nuestra relación con la mascota de la casa. Podemos también realizar ejercicios de repetición en que el can aprenda a obedecer nuestras órdenes, lo que facilitará la obediencia y el adiestramiento.
Aleja el estrés.
Este punto es muy importante para aquellas personas que vivan en departamentos o espacios muy reducidos. Los animales que se encuentran en sitios pequeños suelen estresarse con facilidad como consecuencia de lo limitada que se vuelve su movilidad. Es por eso que sacarlos a jugar al aire libre puede ser una muy buena manera de ayudar a nuestro perro a eliminar el estrés, gastar energía y lograr una total tranquilidad.
Además existen razas que biológicamente están preparados para ciertas actividades, como puede ser el rastreo, con lo que realizar juegos de este tipo y ayudarle a que se pueda desarrollar su instinto es esencial para que el perro no esté frustrado y desmotivado.