La castración es una decisión importante para la mayoría de los dueños de gatos, y es algo que más del 90% de las personas optan por hacer. Esta intervención tiene varias razones importantes que la respaldan, como el control de la población felina y la mejora de la salud del animal. Además, muchas personas adoptan gatos de refugios donde ya están esterilizados, lo que también contribuye a que esta práctica sea más común.
Aunque la castración es bien entendida por la mayoría de los dueños de mascotas, es fundamental conocer no solo las razones detrás de esta decisión, sino también los cuidados previos y posteriores al procedimiento. Tener esta información permitirá que los dueños cuiden mejor a sus gatos y entiendan todo lo que implica la castración.
Razones para castrar a tu gato
Una de las principales razones para castrar a un gato es controlar la población felina. Los gatos pueden empezar a reproducirse a partir de los cuatro meses de edad. De hecho, se estima que una sola gata no esterilizada puede ser responsable de miles de descendientes en tan solo unos pocos años, lo que hace que la castración sea esencial para evitar camadas no deseadas y el abandono de animales.
Además, castrar a tu gato tiene beneficios para su salud. Los gatos esterilizados tienden a tener una esperanza de vida más larga y están menos expuestos a ciertas enfermedades. Las hembras castradas, por ejemplo, tienen menos probabilidades de desarrollar ciertos tipos de cáncer, mientras que los machos pueden evitar problemas relacionados con las infecciones y enfermedades que se transmiten durante el apareamiento.
¿Cuándo castrar a tu gato?
El momento recomendado para castrar a un gato es entre los cinco y seis meses de edad, ya que es cuando alcanzan la madurez sexual. Sin embargo, algunas organizaciones sugieren hacerlo incluso antes, a los cuatro meses. La razón de esta recomendación es que los gatos pueden ser sexualmente maduros a una edad temprana, y la castración temprana ayuda a prevenir camadas no planificadas.
Preparativos antes de la castración
Aunque no hay mucho que hacer antes de la operación, es aconsejable ajustar la dieta del gato. Los gatos esterilizados pueden aumentar de peso más fácilmente, por lo que cambiar su alimento a una dieta adecuada es una buena idea. Existen en el mercado alimentos específicamente diseñados para gatos castrados, que ayudan a mantener su peso bajo control y les proporcionan la nutrición necesaria. Cambiar gradualmente la comida antes de la operación es ideal para que el sistema digestivo del gato se acostumbre a su nueva dieta.
El proceso de castración
La castración es un procedimiento quirúrgico relativamente simple y rápido, tanto para gatos machos como hembras. Las gatas suelen recibir anestesia, y el veterinario realiza una pequeña incisión en el abdomen para retirar el útero y los ovarios. En el caso de los machos, se extirpan los testículos, y las incisiones, que son muy pequeñas, a menudo se curan sin necesidad de puntos. En la mayoría de los casos, el gato puede volver a casa el mismo día de la operación y comenzar su recuperación.
Cuidados postoperatorios
Tras la castración, es esencial que el gato descanse para recuperarse. También es importante mantener la dieta especial introducida antes de la operación, ya que, después de ser esterilizados, los gatos tienden a tener niveles de energía más bajos y pueden ganar peso con mayor facilidad. Proporcionarles una dieta adecuada y mucha agua fresca es clave para mantener su salud y bienestar a largo plazo.
Una vez que el gato se haya recuperado por completo, los especialistas suelen recomendar mantenerlo activo a través del juego, lo que ayudará a controlar su peso y mantenerlo saludable.