La anemia es una problemática que puede afectar tanto a los seres humanos como a distintas especies animales, incluyendo entre estas últimas a la de los gatos. Esta dolencia en felinos se manifiesta como una disminución en la cantidad de glóbulos rojos en sangre del animal y puede estar enmascarando una serie de enfermedades mucho más graves por lo que ante la presencia de cualquiera de sus síntomas es fundamental acudir cuanto antes al veterinario. En el artículo de hoy haremos un recorrido por todo lo que hay que saber acerca de la anemia felina.
La anemia felina y sus síntomas
Como mencionamos en el párrafo anterior la anemia se manifiesta a través de una disminución en la cantidad de glóbulos rojos o de eritrocitos que tiene el animal en la sangre. Estos últimos son los encargados de diferentes cuestiones importantes en el organismo, principalmente de transportar el oxigeno hacia los tejidos. En un cuadro de anemia también es frecuente observar que se ha reducido la hemoglobina, por lo que ante cualquiera de estos signos será importante que el veterinario tome las medidas correspondientes para tratar la situación.
La anemia puede presentar diversos síntomas en su manifestación pero los principales son la disminución del apetito, el cansancio constante del animal, la depresión y el color pálido en las mucosas. Puede venir aparejada de una pérdida de peso o incluso afectar al sistema respiratorio cuando la misma esté vinculada a otra enfermedad. La única forma de confirmar la existencia de un cuadro de anemia y tratarlo es a través de una prueba de sangre a través de la cual el veterinario confirmará la patología. A este análisis se lo conoce como “hemograma”, donde aparecerá la cantidad de células presentes en la sangre del animal y en qué proporción están, incluyendo glóbulos rojos, blancos, hemoglobina y plaquetas.
La anemia puede clasificarse en dos tipos diferentes:
- Anemia no regenerativa: en estos casos la medula ósea ya no produce glóbulos rojos, por lo que no se producirán otros nuevos. Este es el caso de anemia más grave y en la mayoría de los casos está asociada a patologías inmunitarias, renales o endocrinas.
- Anemia regenerativa: en estos casos el gato pierde glóbulos rojos pero la medula ósea es capaz de regenerarlos.
El tratamiento del cuadro de anemia dependerá del caso particular del que se trate y de cuál es la causa que la ha provocado indirectamente. El veterinario dispondrá de cuál es la mejor manera de resolver la dolencia del gato, aunque en algunos casos cuando se trata de una anemia grave puede llegar a ser necesario realizar una transfusión de sangre al felino para volver su estado de salud a un grado de estabilidad suficiente para seguir con cualquier otro tratamiento.
La importancia de la visita al veterinario
Si bien la anemia no puede prevenirse ya que por lo general viene asociada a otras patologías que afectan a la producción de glóbulos rojos, las visitas regulares al veterinario pueden marcar una gran diferencia en cuanto al tratamiento temprano de la enfermedad. Por otro lado podemos tomar algunos recaudos de cuidados generales para asegurarle a nuestra mascota una buena calidad de vida en general:
- Es importante que el animal lleve una vida sana y que se alimente de manera completa y equilibrada. Lo mejor para saber qué es lo que necesita nuestro gato es consultar al profesional.
- Se debe desparasitar al animal de manera regular tanto a nivel interno como externo.
- Finalmente respetar las vacunas contra enfermedades infecciosas como la leucemia o la inmunodeficiencia felina es trascendental.