Aunque los humanos hemos domesticado a los gatos hace casi 12 mil años, nuestro amigo felino sigue siendo un misterio en muchos aspectos para la ciencia. La idea de que los gatos tienen visión nocturna ha sido siempre una creencia entre la mayoría de las personas, pero, ¿pueden los gatos ver en la oscuridad? Y si pueden, ¿con qué precisión pueden hacerlo?
Cómo funcionan los ojos de los gatos
Los ojos de los gatos funcionan de manera similar a los de los humanos. La pupila, que es la parte central negra del ojo, se contrae o se hace más pequeña con la luz brillante para reducir la cantidad de luz que ingresa y se dilata o se agranda en la oscuridad para aumentar la cantidad de luz disponible que ingresa al ojo. Cuando la luz entra en el ojo, va hacia la parte posterior para activar la retina, que es la capa sensible a la luz que recubre la parte posterior del ojo.
Los gatos tienen una capa reflectante especial que cubre la retina llamada tapete, que actúa como un espejo. Refleja la luz a otro punto de la retina. Si la luz entra directamente en el ojo, como cuando los faros de un automóvil iluminan a un gato, el tapete refleja parte de la luz hacia atrás para que podamos ver el reflejo amarillo verdoso. (Los ojos humanos no tienen un tapete, por lo que cualquier luz reflejada hacia atrás aparece roja, como el color natural de la retina).
Como resultado de la luz reflejada dentro del ojo, una pequeña cantidad de luz aumenta. Esto significa que cualquier poquito de luz nocturna se agranda para que el gato pueda ver cosas. Sin embargo, los gatos, como los humanos, no pueden ver en la oscuridad total, pero pueden usar hasta un 50 por ciento más de la luz disponible que los humanos en lugares extremadamente oscuros.
El poder de los bigotes
Los gatos tienen otra herramienta para ayudarlos a navegar en la oscuridad: sus bigotes. Los bigotes están conectados a nervios que son particularmente sensibles al menor movimiento.
Incluso se puede detectar una ligera brisa. Los gatos caminan con los bigotes apuntando hacia afuera y hacia adelante para que cuando los bigotes rocen un objeto, el gato sepa que el objeto está allí.
Esto le permite al gato caminar a través de la hierba alta o una sala de estar llena de juguetes en las noches más oscuras sin toparse con objetos que ni siquiera puede ver.