La vida útil de un perro se puede clasificar en tres grupos de edad: cachorro, adulto y adulto mayor. A medida que envejece, los requisitos dietéticos de tu perro cambian para adaptarse a sus necesidades. Además, su apetito puede transformarse a medida que maduran. Por eso es esencial saber cuál es el mejor momento para cambiar de marca y tipo de croquetas que se adapten mejor a la salud y los hábitos alimenticios de tu perro.
Diferencias entre el alimento de cachorro y de adulto
La comida para cachorros está diseñada para estar repleta de calorías y nutrientes esenciales para desarrollar huesos y músculos y fortalecer los distintos sistemas corporales. Mientras tanto, muchos perros adultos requieren calorías, nutrientes y proteínas en cantidades específicas para mantener su fuerza y mantener un peso saludable. Debido a la diferencia en los requisitos dietéticos, los perros deben recibir el tipo de alimentación adecuada para su edad. A continuación, revisamos algunas recomendaciones que nos ayudarán a saber cuándo es mejor una alimentación o la otra.
Considera la edad del perro y el tamaño de la raza
Los perros de alrededor de 6 a 12 meses de edad comúnmente muestran disposición para hacer la transición a la comida para perros adultos. Algunos de estos signos incluyen restos de comida después de cada sesión de alimentación o comidas salteadas, lo que significa que el perro puede haberse sentido satisfecho con menos comida para cachorros, ya que es rica en calorías.
Aparte de estos signos, también puedes considerar el tamaño de la raza de tu perro cuando pienses en cambiar a un alimento para perros adultos.
Los perros de razas más pequeñas, como corgis, pugs y chihuahuas, tienden a madurar más rápido y muchos alcanzan la edad adulta entre los siete y los nueve meses de edad. Por otro lado, las razas de perros de tamaño mediano como basset hound, border collie y beagle suelen madurar después de los 12 a 16 meses de vida. Por último, las razas de perros más grandes, como el gran danés, el rottweiler y el san bernardo, pueden tardar hasta dos años en alcanzar la madurez.
Para prevenir la obesidad y los desequilibrios nutricionales, lo ideal es consultar a tu veterinario para que te recomiende el alimento para perros más adecuado para tu amigo peludo. Este paso es crucial para evitar darles comida para cachorros a los perros maduros, lo que puede causar debilidad ósea, diarrea y un aumento de peso no deseado a largo plazo.
Ajusta las porciones de comida y los tiempos de alimentación
Dado que los cachorros requieren más nutrición para impulsar su crecimiento y desarrollo, generalmente se les permite tener varias comidas pequeñas durante el día.
Por ejemplo, los cachorros menores de cuatro meses pueden comer alimentos sólidos de cuatro a cinco veces al día. Las alimentaciones generalmente se realizan entre sesiones de lactancia para ayudarlos a hacer la transición a comer y destetarlos de la leche de manera más eficiente. Después de cuatro meses, pueden tener tres tomas por día. Mientras tanto, las golosinas deben limitarse al 10 % de su ingesta nutricional diaria para mantener el equilibrio.
Se dice que el requerimiento de ingesta calórica de un perro disminuye gradualmente a medida que madura. Por lo tanto, es esencial cambiar a un alimento para perros adultos que satisfaga sus necesidades. Además, su ingesta de alimentos debe reducirse gradualmente a dos comidas al día para garantizar un control de peso adecuado y una digestión adecuada. Para hacer esto de manera efectiva, es esencial cumplir con un horario de alimentación establecido. Si lo haces, evitarás el pastoreo y fomentarás comportamientos de alimentación saludables, como comer y masticar lentamente.
Cuando se trata de porciones, cada porción de alimento debe medirse y prepararse de acuerdo con las instrucciones de su etiqueta. Aparte de esto, también es fundamental tener en cuenta el peso del perro y las recomendaciones del veterinario en función de su estado de salud. Por último, las golosinas solo deben limitarse a una o dos porciones por día para evitar comer en exceso.