El embarazo en los animales es bastante diferente al de las personas, por lo que los dueños de perros pueden no notar los primeros cambios físicos en el cuerpo del animal y descubrirlo solo cuando está bien avanzado el último trimestre. Desafortunadamente, descubrir el embarazo de un perro no es tan fácil como lo suele ser para las personas donde basta contar con una prueba de orina casera. La mayoría de las veces se conoce el estado de embarazo demasiado tarde o cuando se consulta al veterinario por algun asunto diferente.
Cosas que indican embarazo en perras
Existen algunos síntomas o signos que pueden llegar a ser indicadores de que nuestra perra se encuentra embarazada. Es importante tenerlos en cuenta para estar siempre alertas y concurrir al veterinario cuanto antes.
Disminución del apetito y náuseas matutinas
Una de las primeras señales de que su perra podría estar embarazada es la falta de apetito. Al igual que los humanos, no todos los perros experimentan este síntoma, pero algunos comienzan a comer menos de lo normal, especialmente durante las primeras dos semanas de gestación. Sin embargo, no debes preocuparte, ya que lo compensarán en las etapas posteriores. La mayoría de las veces, una perra sana y embarazada no pasará más de un par de días sin comer. Sin embargo, si continúa evitando la comida, es importante llevarla a un buen veterinario para un examen adecuado.
Reducción de la actividad física
Si bien es perfectamente normal que los perros permanezcan un poco más quietos de vez en cuando, aquellos con altos niveles de energía no se mantendrán quietos por mucho tiempo. Si su perra ha estado mostrando una disminución repentina en la actividad física, y luego de haber descartado problemas emocionales o depresiones, puede que se encuentre en estado de embarazo.
Cambio en los pechos
El desarrollo de los senos es una señal confiable de que el
cuerpo de su perra se está preparando para la maternidad. Por lo general,
las tetillas de una perra no preñada son pequeñas y la piel debajo de ellas es
plana. Sin embargo, aumentan durante el embarazo a medida que comienzan la
producción de leche y la preparación para la lactancia. Es posible que
pueda sentir el desarrollo de las mismas en dos o tres semanas del embarazo.
Aparte de esto, el color de los pezones, particularmente los últimos cuatro o
cinco antes de sus patas traseras, puede comenzar a tornarse rosado. Esto
sucede debido al aumento del flujo de sangre a esa parte. Este cambio es
visible tan pronto como comienza el desarrollo de los pechos y la producción de
leche.
Cuando ver un veterinario
Existen algunas alertas rojas que debemos tener en cuenta durante el embarazo de una perra que nos indicarán que es momento de llevarla al veterinario. En algunas ocasiones se tratará de algo normal pero en otras podrá indicar que algo va mal.
- Sangrado abundante
- Moco con manchas de sangre
- Moco que no está claro
- Mal olor en el moco