Si tu perro está sufriendo una infección poder reconocer la situación de manera prematura es ideal para poder diagnosticar y atacar la enfermedad a tiempo con mayores posibilidades de éxito. Si eres un dueño atento y quieres que tu mascota esté sana y feliz es fundamental conocer algunos signos de alerta para tomar medidas de manera rápida y eficiente. Ante la aparición de los mismos, se recomienda acudir inmediatamente al médico veterinario para que pueda realizar la revisación correspondiente al can.
Entendiendo qué son las infecciones
Lo primero que debemos entender antes de meternos en los síntomas más comunes es qué es una infección: cuando hablamos de este fenómeno hacemos referencia a la invasión por parte de microorganismos que generan enfermedades a los tejidos sanos del cuerpo. Las infecciones pueden provenir tanto de parásitos, como de bacterias o virus. Por otro lado, las enfermedades con estas características son contagiosas y la transmisión se produce por la multiplicación de los agentes que han provocado la enfermedad original.
Síntomas típicos de infección en perros
Habiendo definido de manera general lo que es una infección debemos pasar a revisar aquellos síntomas típicos que pueden producirse y que nos ayudarán a estar alertas ante la aparición de las mismas.
Secreciones físicas
Si bien los signos de una infección dependen de en qué lugar del cuerpo se encuentre puede suceder que la misma afecte a la superficie de la piel. En el contexto de una situación infecciosa podemos observar aéreas del cuerpo del animal con hinchazón, inflamación o puntos que se ven como heridas. A su vez es frecuente que estas presenten secreción variando la consistencia y el color de la misma pudiendo ser rosado, rojo o de color verde o amarillo cuando se trate de pus.
Fiebre
La fiebre es uno de los mecanismos que tiene el cuerpo para protegerse frente a la aparición de algo extraño, nos sucede tanto a los humanos como al resto de los animales. Al aumentar la temperatura corporal el organismo pone en alerta al sistema inmunológico para que pueda actuar y combatir la situación infecciosa. La única manera certera de saber si un perro tiene una temperatura que está fuera de lo normales utilizar un termómetro rectal, por lo que ante la aparición de algun síntoma de fiebre debemos acudir al veterinario. Los signos más comunes de fiebre son el letargo, los temblores, la pérdida de apetito, la tos, vómitos, secreción de la nariz, mal estado de ánimo.
Cambios en los ganglios linfáticos
Estos pequeños elementos contienen células que forman parte del sistema inmunológico que se ocupan de atacar y combatir a los agentes patógenos, por lo que identificar una modificación del tamaño de los ganglios linfáticos en distintas partes del cuerpo es probable que nos esté indicando un proceso infeccioso. Los más fáciles de encontrar son aquellos ubicados a cada lado de la cabeza cerca de la parte trasera de la mandíbula rozando el inicio del cuello. También podemos encontrar los ganglios axilares detrás de las rodillas.