enfermedad alzheimer perros

Muchas veces nos preguntamos si los perros sufren de enfermedades similares a las que solemos tener los humanos. En este caso, ¿pueden los perros tener alzheimer?

La respuesta a esta pregunta es completamente positiva, aunque en el caso de los caninos el nombre con el que se ha bautizado a esta enfermedad tan común en humanos de edad avanzada es “síndrome de disfunción cognitiva”. Como bien lo dice su nombre, se trata de un trastorno degenerativo de las neuronas que funciona de forma progresiva y va reduciendo la memoria de los animales, al igual que otras capacidades mentales que se ven afectadas.

Lo que hay que saber sobre el alzheimer canino

El “síndrome de funcionario cognitiva” es un tipo de Alzheimer que suele atacar a los perros de edad avanzada y que genera una progresiva disfunción y degeneración de las neuronas. Como consecuencia de esto, el animal comienza a perder ciertas capacidades como la memoria, la conciencia e incluso la percepción sensorial.

Síntomas

Existen síntomas que pueden ayudar a descubrir la aparición de este síndrome en los perros ancianos y a los que debemos prestarles mucha atención y actuar cuanto antes para que los revise el veterinario . Por lo general, esta enfermedad comienza a hacer su aparición a los 8 años de edad y se caracteriza por una degeneración progresiva, por lo que lleva bastante tiempo llegar a las etapas más graves. Veamos cuales son los síntomas:

• El primero y el más evidente en este caso es la desorientación. Cuando un perro sufre este síndrome es común verlo perdido y desorientado en lugares que debería conocer perfectamente, como su casa.
• El animal que ha comenzado con el Alzheimer canino suele alejarse de la gente y buscar estar en soledad. Es común que se alejen de nosotros cuando queremos acariciarlos o simplemente darles atención.
• El ciclo normal del sueño del animal se verá bastante alterado a medida que esta enfermedad va instalándose en su organismo Es muy común ver a los perros que sufren de este síndrome deambular durante los horarios nocturnos y dormir a la luz del día.
• La actividad y la respuesta del animal también se verán modificadas. Suele suceder que el perro ya no responde a algunos estímulos que antes eran comunes para él. Algunos hasta evitan salir a la calle y no muestran ningún tipo de interés por estar al aire libre o hacer cosas que antes disfrutaban.
• Se olvidan por completo de algunos hábitos que ya tenían instalados y aprendidos de manera obediente. Por ejemplo, es muy común que el animal comience a orinar en cualquier lado o incluso a hacer otro tipo de necesidades dentro del hogar en sitios donde antes estaban prohibidos para él.
• Finalmente, el perro con este síndrome suele dejar de reconocer a sus dueños o personas con las que tiene contacto permanente. Además deja de responder a órdenes y acciones que antes obedecía conductas y que como consecuencia de la enfermedad ha olvidado casi por completo.

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