La esterilización en felinos es un procedimiento no solo frecuente y común sino además de sencilla recuperación: de todas maneras, al igual que cualquier operación de características quirúrgicas, requiere de ciertos cuidados tanto previos como posteriores a su realización para que nuestra mascota pueda atravesarla de la mejor manera posible y recuperarse en condiciones óptimas una vez realizada. En el artículo de hoy les contamos algunos de los cuidados típicos que no pueden faltar de cara a una esterilización.

Cuidados previos a la esterilización felina

Cuando hablamos de esterilización felina hacemos referencia al procedimiento a través del cual se cortan las vías espermáticas en el caso de los machos o bien los oviductos en el caso de las hembras, a diferencia de la castración que extirpa las glándulas genitales.

Para que una esterilización felina se pueda realizar de manera segura y sin riesgos se suele recomendar que los animalitos se encuentren en ayunas para evitar cualquier complicación. A grandes rasgos este es el único cuidado previo que debemos tener para encarar el procedimiento, y siempre debemos consultar con el veterinario para que nos de direcciones más especificas de lo que debemos hacer antes de dirigirnos a la esterilización.

Cuidados posteriores en esterilización felina

La esterilización felina es un procedimiento que requiere de anestesia, por lo que una vez realizado existen ciertos recaudos que debemos tomar con nuestra mascota para que su recuperación sea completamente optima. Al menos durante uno o dos días lo mejor es tratar de evitar que nuestro gato se mueva demasiado. Lo mejor es procurar que descanse en un lugar tranquilo y silencioso y cuidar de que no se golpee. Debemos ayudarlo a subir escaleras y a moverse en general, sobre todo mientras dure el efecto de la anestesia que suele permanecer por 12 a 24 horas en el organismo.

Durante los primeros días también se recomienda reducir sus raciones de alimento y liquido ya que, si bien pueden comer a las pocas horas de haber salido de la operación, se encontrarán débiles y resultará difícil para ellos poder comer las mismas cantidades de antes hasta recuperarse por completo.

Entre los efectos que ha tenido la anestesia sobre él y el estrés que le ha causado la operación, lo más probable es que tu gato se encuentre un poco irritable o con humor cambiante durante algunos días hasta recuperarse: no es motivo de preocupación, e incluso puede que se muestre algo hostil, pero no te lo tomes como algo personal. Debemos darle tiempo para que se vuelva a sentir óptimamente.

Finalmente es importante que estemos atentos a las reacciones de nuestro animal y sobre todo ir observando cómo evoluciona la herida luego de la esterilización felina: ante cualquier duda siempre debemos recurrir a nuestro médico veterinario para que nos oriente en el proceso de recuperación.

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