Síntomas de la leucemia felina

La leucemia felina es una de las enfermedades más frecuentes en los gatos de todas las edades y se trata de un gran foco de preocupación entre los dueños de dichos animales: a diferencia de la leucemia en humanos el “virus de la leucemia felina”, también conocido como “FELV”, es una enfermedad contagiosa y grave que puede atentar fácilmente contra la vida de nuestra mascota. En el artículo de hoy estaremos recorriendo algunos de los síntomas más comunes de esta dolencia para estar atentos ante su aparición en el hogar y poder actuar cuanto antes.

Los síntomas de la leucemia felina

Como mencionamos en el párrafo anterior la leucemia felina es causada por un virus que además de ser contagioso resulta sumamente grave. Esta dolencia, en caso de no ser controlada y tratada adecuadamente, puede resultar mortal para nuestro gato. Una vez infectado el animal a través del retrovirus se encontrará crónicamente enfermo y el seguimiento de la enfermedad es trascendental.

El virus de la leucemia felina infecta las células del sistema inmunológico del animal, dañándolas y destruyéndolas lo que hace que el gato quede expuesto a todo tipo de infecciones y enfermedades. Según últimos sondeos se calcula que aproximadamente el 2% de los gatos en territorio español sufren de leucemia felina.

Si bien cada caso de leucemia felina tiene sus propias características e incluso llega a haber animales que no presentan signos de la enfermedad en absoluto, existen algunas situaciones que se pueden dar y que nos deben alertar sobre la posible aparición de esta dolencia viral. Veamos algunas de ellas:

  • El gato puede presentar episodios de fiebre
  • Se alimenta en pocas cantidades o pierde el apetito
  • Es común que el gato con leucemia tenga las encías de un color más claro o pálido que el resto de los animales.
  • Ver un tono amarillento en la boca o los ojos del gato
  • Será frecuente que el animal se enferme con regularidad como consecuencia de la debilitación de su sistema inmunológico
  • Presentará signos de apatía
  • Es común notar que sus ganglios linfáticos están inflamados
  • El gato que padece leucemia descuidará su higiene personal y puede llegar a hacer sus necesidades fuera de su arenero.
  • Dificultades para respirar
  • Se puede llegar a notar que el color y la calidad del pelaje del animal cambia negativamente. También es frecuente encontrar heridas en la piel del gato.

Ante la aparición de cualquiera de estos síntomas es importante actuar rápido y acudir al veterinario para un diagnostico preciso. Si bien la leucemia felina no tiene cura puede transformarse en una enfermedad crónica controlable si se trata adecuadamente la infección y se ofrecen al animal otro tipo de cuidados alternativos para ir llevando su dolencia cotidianamente sin complicaciones.

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